Es impresionante la cantidad y calidad de obras que tienen, me gustó mucho la reflexión de la sala roja acerca de todo el arte religioso producido en distintas épocas. Mi única observación fue la luz... ¡espantosa! había que alejarse y hasta encontrarle el ángulo al asunto para poder observar mejor las obras. Si el observador se acercaba mucho terminada por ver nada...
La única comparación que puedo hacer respecto al MASP es: una amiga con un gran guardarropa que no sabe explotar.
Es impresionante todo lo que tienen y las reflexiones que pueden hacerse con tanto material, pero detalles técnicos del montaje (en este caso la iluminación) o la voluntad de provocar al espectador (armando conjuntos con más coraje, sin timidez) le quitan un poco de calidad a la experiencia.
Seguro vuelvo, hubo un artista que me llamó la atención mucho...
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