Creo firmemente que nadie conoce su propia fuerza, los seres humanos tenemos una increíble capacidad de regeneración y sobreviviencia, mucho de lo cual desconocemos de nosotras mismos.
Es lo bueno de asistir regularmente al gimnasio, uno empuja sus propios límites. Me carcajeo al ver cómo hay personas en el gimnasio que levantan con una pierna el peso que yo no puedo levantar con dos.
Nadie conoce su propia fuerza, es el dolor el único maestro que puede enseñarnos-la...
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