la primera vez que vi moulin rouge estaba bien acompañada... era mi primer amor y por eso yo estaba en las nubes, rodeada del halo espeso de la sala de teatro con el rayo de luz blanca tenue proyectando en la pantalla esa historia de amor... salí convencida de mi inclinación por los musicales y con un profundo respeto hacia Baz Luhrmann.
Así que mientras quemaba mi tercer pastel como olas silenciosas regresaban los recuerdos de esa sesión...
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