jueves, 11 de agosto de 2011

Las casas de capitán...




Visité las tres casas de Pablo Neruda, los museos son impresionantes, cada uno muestra facetas distintas del poeta. Cada lugar está inundado de su presencia y fue ella la que alimentó mi naturaleza hogareña. La idea de un hogar, un lugar fijo en medio del movimiento, porque ese era el punto de esos espacios están llenos de las experiencias y vivencias de viajes. Es el adentro lleno de afuera.



La Sebastiana: íntimo y relajado. La museología y museografía es impresionante, permite que el visitante tenga una experiencia personal que puede ser flexible. El visitante se queda cuanto tiempo guste. Dicen que Neruda la prestaba a amigos que se quedaban en Valparaíso.



Isla Negra: Opulencia y ego. Una casa digna de un rey. Objetos grandes y lujusos, llenos de color. Dicen que allí el escribió mucho, lo cierto es que me hubiera encantado estar en ese bar, con buenos amigos y esa vista espectacular.

(sin foto, salí sin cámara ese día)

La Chascona: Ausencia y silencio. Fue saqueada y fue allí donde se realiza su funeral. Es un panorama incompleto, muchos de los objetos vienen de las otras casas y falta su escritorio. Sólo alcancé a imaginar la catarata improvisada para acrecentar el tema náutico.

Me quedé llena de las historias de esos rincones tan eclécticos y coloridos. Un dato curiosos (uno entre tantos), es que no se visitan las cocinas porque mientras estaba vivo Neruda tenía esa regla: nadie entra a la cocina a menos que cocine.

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