lunes, 26 de enero de 2009

en una habitación

dos amantes yacen en la cama, entre sábanas revueltas y convulsionadas. su respiración aún agitada confiesa que ha sido el final del intercambio de fluidos que a diario realizan. la cortina parece contener los rayos solares. la oscuridad parece cómplice de sus coito y el silencio es el compañero de su despedida.

la tristeza

Hoy el cielo está lleno de tristeza. Tal vez él llore lo que yo no puedo llorar. Intencionalmente me vestí de colores para desafiarla pero tanto sólo terminé disfrazándola. Sigo triste. Recordé con sus palabras el eco de mi tristeza distante. Hace tiempo que no estaba triste. Tal vez ni siquiera sea mía esta tristeza y tan sólo la he tomado prestada del amante que aún duerme en mi cama y del cielo que está lleno de tristeza.

viernes, 16 de enero de 2009

la primera vez que te ví pensé: a ve que guapo está este guequito.... el sueter verde limón, la cara de mudo y los lentes... nah este es gueco. yo estaba recién llegada de petén. en petén los hombres son machos machos machos. los peteneros te ven de tres modos:

1. te ven con cara de carne fresca, te preguntan si vivis sola o no para ver como va estar la cogida (sin siquiera preguntarte el nombre).

2. te ven con cara de mula, porque es inconcebible que una mujer sea inteligente. para un petenero la mujer es astuta (entiéndase por astuta: una puta bien cabrona).

3. todas las anteriores. te califican como puta, estúpida sumado a todo el babage emocional que su madre tuvo a bien dejarles además de adjudicarte un calificativo racista: india puta mula, ladina puta mula... etc...

en fin... en petén aprendí que los hombres eran machos y entrones de buenas a primeras. quiera que no me acostumbré. nunca les tuve miedo porque soy una contestona, así que los machos peteneros se ahorraban la gritada y optaban por dejarme en paz. asi pues, cuando te conocí no sentí que tenía que ponerme a la defensiva. baje la guardia. nos fuimos a un bar después de la presentación del libro. te dí jalón. bromeabas. ahhh el gueco buena onda tiene sentido del humor, pensé. bailamos y te pegaste. ahhh el gueco como que esta bolo, nah al rato se le pasa. nos pusimos hasta tras... que gran borrachera. esa noche fue la vez que tuve la gran ocurrencia de probar la indita con agua mineral y limón después de los vinitos y la chela.

se acabó la fiesta.
el grupo se dispersó y te ofrecí jalón.
cuando ibamos solos en el carro me dí cuenta que no eras hueco pero sí vacío.

lunes, 12 de enero de 2009

minuto

minuto que me deja y yo que me quedo triste. se va y me deja pensando. peor aún, me deja sintiendo. tal vez esto sea más difícil de lo que pensé y no pueda aún cerrarle la puerta a tanto sentir. minuto que vuelve y me encuentra aquí.

a pura vonluntá....

tomo en mis manos el cuello de las ganas y a pura voluntad lo aprieto hasta que las veo marchitarse y siento su piel seca en mis manos.... me siento y el cansancio se asienta en mi estómago. ahora yacen inertes y diáfanas en el suelo.

es-cupido

entra una llamada es: cupido. mejor presiono la tecla de ocupado y me evado del cansancio mental de descifrar al “otro”. se desvía la llamada para en-listarse dentro de las “llamadas perdidas”. un signo de interrogación antecede su nombre. el signo me interroga y la respuesta no quiero proferirla en voz alta. no estoy lista para esto.

jueves, 8 de enero de 2009

finde año

fui a huehue, no llevé cámara y no tomé ninguna foto. no hay punto. todos los pueblos de guate son iguales. colores y dulces. me pasé el tiempo recorriendo las mismas calles y estuve todo el tiempo atenta. no quería que se me pasará el tiempo allí sin percibir qué tenía de distinto ese pueblón.

todo pueblo en guate tiene lo mismo el color de sus casas, sus postres y comidas con demasiada azúcar, los transeúntes en el parque dando vueltas hasta quedar nauseabundos. no hay otro lugar en un pueblo más que el parque para “estar” u otra cosa que hacer más que sentarse a “ver”.

y uno de mujer.... camina y siempre hay alguien que te silbe o te diga una patanería... y si no te dicen nada en el fondo te sentís la más fea, porque aunque sea absurdo de algún modo creo que hasta a las agresiones uno se acostumbra en guate.

caminar y comer. sólo eso hice. además de husmear en la biblioteca de la familia criolla que tuvo a bien recibirme en su seno. huehue. aquel frío tan desgraciado que sin viento te llegaba hasta la médula. aquella tristeza del luto y sufrir por otra madre ausente. esa es la foto que me traje grabada en la memoria.