la primera vez que te ví pensé: a ve que guapo está este guequito.... el sueter verde limón, la cara de mudo y los lentes... nah este es gueco. yo estaba recién llegada de petén. en petén los hombres son machos machos machos. los peteneros te ven de tres modos:
1. te ven con cara de carne fresca, te preguntan si vivis sola o no para ver como va estar la cogida (sin siquiera preguntarte el nombre).
2. te ven con cara de mula, porque es inconcebible que una mujer sea inteligente. para un petenero la mujer es astuta (entiéndase por astuta: una puta bien cabrona).
3. todas las anteriores. te califican como puta, estúpida sumado a todo el babage emocional que su madre tuvo a bien dejarles además de adjudicarte un calificativo racista: india puta mula, ladina puta mula... etc...
en fin... en petén aprendí que los hombres eran machos y entrones de buenas a primeras. quiera que no me acostumbré. nunca les tuve miedo porque soy una contestona, así que los machos peteneros se ahorraban la gritada y optaban por dejarme en paz. asi pues, cuando te conocí no sentí que tenía que ponerme a la defensiva. baje la guardia. nos fuimos a un bar después de la presentación del libro. te dí jalón. bromeabas. ahhh el gueco buena onda tiene sentido del humor, pensé. bailamos y te pegaste. ahhh el gueco como que esta bolo, nah al rato se le pasa. nos pusimos hasta tras... que gran borrachera. esa noche fue la vez que tuve la gran ocurrencia de probar la indita con agua mineral y limón después de los vinitos y la chela.
se acabó la fiesta.
el grupo se dispersó y te ofrecí jalón.
cuando ibamos solos en el carro me dí cuenta que no eras hueco pero sí vacío.
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