Si hay algo que se puede decir para presentar este filme es: ROCK... sólido y pesado. Floria Sigismondi consigue capturar el espíritu de rebeldía que llega hasta el cielo y cae al más hondo de los abismos. Lo cierto es que es un filme obligatorio para todos los amantes de la música, al final tal vez se limite a las mujeres que son amantes de la música y amantes de mujeres (en el más amplio sentido).
Habiendo disfrutados muchos de sus videos de música, disfruté muchísimo de ver su estilo personal mucho más extendido y matizado por la historia. La analogía bien lograda de la sal y la pimienta, de la llama que se ahoga en el combustible y aquella que no puede ser sofocada por nada (ni por el rechazo de 23 disqueras)...
La verdad dan ganas de ser rock star...
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