al llegar al centro cultural me di cuenta que había dejado tirada la funda de mi sombrilla. siempre las pierdo. los relojes, los ganchos de pelo, los lapiceros y las sombrillas. no uso reloj por eso, me di por vencida cuando el último se arruinó (sin explicación a mi parecer) al tercer día de usarlo... meses después alguien lo vio se lo puso y funcionó. lo regalé entonces.
en fin... dejé algo de mi en esta ciudad. esta es la ciudad de la eterna menopausia, está fría o caliente... las calles vacías o inundadas de gente, agua, carros.. algo. siempre rápida y peligrosa... siempre extremos...
el teatro infantil fue divertido. de nuevo afuera y de vuelta a casa.
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