sábado, 9 de abril de 2011

el día ausente de color...

y el tiempo parece ahorcar a los árboles para que suelten sus hojas secas. El viento violento arranca las hojas pálidas. El silencio, la ausencia y la soledad. Una paz inaudita que deja la piel fría. La conciencia, saberse nacido de nuevo y saberse muerto de pronto. Porque atrás de mi yacen los cuerpos sin vida de todo cuanto he vivido y todo cuanto he muerto.

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