creo que a todos los animales urbanos nos llega la hora de dejar de ser anónimos... a unos más temprano que a otros... pero la hora llega...
tal vez haya el intento de cambiar la ruta... de look... de horario... pero de repente te encontrás que la ciudad después de todo ha decidido reconocer tu existencia... mi recorrido es el mismo, aunque no a la misma hora... pero en fin es la misma ruta.
creo que tal vez esos encuentros se aproximan de manera vertiginosa al ser peatón... a través de la ventana de un auto se crea una especie de filtro... la proximidad de cada paso nos hace más vulnerables y próximos a la experiencia de la desnudez urbana...
"that precocious, affected, impenetrable child there extended a void of light and a veil of shade that no force could overcome and pierce"
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