viernes, 15 de mayo de 2009

por quien doblan las campanas

Andaba yo buscando un informe que una institución realizó en el 2000 o 2001. Me paré de cabeza. Hice lo imposible. Escribí a Holanda. Usé desvergonzadamente el nombre de mi jefe para contactarme con posibles candidatos... NADA... NADA.. NADA...
ayer me mandan un correo con el informe adjunto. Alguien del trabajo lo tenía. Fue el alivio más grande para una de mis muchas penas laborales.
Algunas horas después nos enteramos que precisamente ese compañero que envió el informe fallece, la avioneta en la que viajaba se estrelló. Fue un golpe muy inesperado. Creo que todos los recientes acontecimientos nos tienen más sensibles. Tal vez no es precisamente la necesidad relativa a la empatía. Es como si los nervios de todos estuvieran hipersensibles.
A la postre más vidas se pierden. La muerte se vuelve el pan de cada día... los panes con clavos... siempre que alguien fallece pienso en ese poema de John Donne y me trae algo de una paz sumada a reflexiones de la naturaleza no del humano sino de la humanidad.... ahorita me estoy alistando para ir a su funeral. La vida camina de la mano de la muerte.

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