lunes, 8 de diciembre de 2008
humano demasiado humano
lavo mi rostro con agua fría, quisiera que mi tristeza se diluyera en el agua que se escapa por hoyo negro del lavabo. me miro al espejo. el rostro que me ve de regreso no es el mío. aún así lo maquillo. el rostro se me cae a pedazos de la pura tristeza. tomo la base y con la esponja humedecida de lágrimas y pongo la primera capa. respiro profundo y trato que la razón le hable al corazón. a veces la bestia que llevo en el pecho no me escucha y persiste en ese malestar maldito de SUFRIR y su síntoma más claro LLORAR. procedo a aplicarme rubor, para que la mortandad de mi alma no se vea tanto... pongámole rubor a mis mejillas, así pretenderé que todavía me corre sangre en las venas. ahora los ojos verdes y cristalinos, busco su chispa pero ya se apagó hace tiempo. algo de verde brillante para disimular lo hinchado, remanente de la noche de llanto. delineador. rimel. firmemos la obra de arte deconstructivista. a tapizar mis labios de rojo, así la sonrisa no se verá tan falsa. tal vez todos maquillamos algo del dolor y la falsedad sea el recurso naturalmente humano. humano demasiado humano.
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