sábado, 6 de septiembre de 2008

la vista

Los fines de semana el ruido del parque invade mi espacio. Inunda con ecos de canciones y risas mi vida. Es como si el parque fuese incapaz de contener su propio sonido y éste se desborda hacia todas direcciones, como una invación sonora de la urbe. La soledad se intimida ante el ruido de las masas que se congregan para pasar el rato en un espacio abierto mas no libre. Mi sentimentalismo de siempre... veo abajo y sé que extrañaré su presencia, la presencia de un ruido de fondo que hacia de la soledad de los fines de semana algo más tolerable...

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