martes, 3 de abril de 2018

violator and the flood

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Existen sólo dos hombres que han podido explicar lo que siento: Martin Gore y Bob Dylan.  En referencia al primero puedo decir que la primera vez que oí VIOLATOR sentí un escalofrío general que puedo recordar vívidamente hasta hoy.

Me gustan los discos (no las canciones juntadas sólo para entregar un producto), considero que deben ser propuestas serias, que deben tener un hilo, una masa o un eje que oriente el proceso creativo.  Esa idea diabólica que buscas transmitir (y si lo consigues tienes un clásico).  En el caso de este disco en particular la masa viene en forma de The Flood, uno de los mejores productores de música electro pop de siempre... de hecho si pensás en música, él aparecerá en más de una de tus canciones favoritas (es toda una conspiración).

Violator nasce de los conturbados 80's, es un producto de toda la bagaje de una década de sintetizadores, new wave y mucho hairspay.  La música electrónica no era algo nuevo (por eso The Flood siempre fue y siempre será).  Simplemente alcanzó un auge en los 80's, pero sería en los 90 que alcanzaría un momento de mayor importancia, pues su potencial estaba siendo más explorado y mejor explotado.

En fin, los aprendizados de una década se sintetizan en Violator, catapultando a Depeche Mode a la fama mundial y eso hablando de la música, después vienen los videos con Anton Corbijn que te roban el aliento, ahí ya alcanzan algo más perpetuo.

Violator muestra madurez y se convierte en un hito, un punto de referencia, algo así como la era está pariendo el corazón, el momento en que entendés que hay más, algo más... es sólo caminar más para llegar allá... U2, Nine Inch Nails y Smashing Pumpkins (entre muchos) llegaron allá después de eso (y en parte gracias a eso).

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