sábado, 13 de junio de 2009

mar - tir

Morir y morir en guate-bala. A diario la gente se muere. Lo malo es que en este país la gente muere a manos de más gente. Sin meterme a algún color (blanco, verde o morado) la muerte de un entacuchado causa una marea de indignación colectiva que provoca que la gente pinte cruces blancas en las calles. ¿y las demás muertes? Si muere un joven tatuado se asume que andaba en algo "malo". Es como si los estereotipos llegaran hasta el punto de señalar la causa de la muerte de uno.

Se oye de la muerte de jovenes en un asentameinto y se asume que eran criminales. Se necesita romper con esos estereotipos. Las pérdidas de El Fu, El Gordo y El Chucky son irreparables. Nos dejan, de nuevo, sin esos líderes tan necesarios para inyectar al país de los cambios que se necesitan. Líderes que apenas divisaban el alcance de sus acciones y que pese a las amenazas se rehusaban a dejar su barrio, el lugar que los necesitaba más.

Aquí no necesitamos más mártires, ya tenemos suficientes. Queremos la permanencia de aquellos que sueñan con un mejor mañana y que se levantan a diario para hacerlo amanecer aunque vivan a diario en esta noche amarga.

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